9.1 ¿Pandemia o Sindemia de COVID-19?

Una vez alcanzado el primer millón de infecciones alrededor del mundo, Richard Horton ([46]), considero el enfoque exclusivo de enfermedad infecciosa, como sobre-simplificador, proponiendo a cambio el concepto de Sindemia, propuesto por el antropólogo médico Merrill Singer, en 1990. Con el que se une los conceptos de sinergia y pandemia, situación que en la acepción original apela al evento cuando "dos o más enfermedades interactúan de forma tal que causan un daño mayor que la mera suma de estas dos enfermedades ([46]). Según Horton, el coronavirus es una ‘sindemia’ porque el SARS-CoV-2 interactúa con enfermedades no transmisibles (diabetes, cáncer, problemas cardiacos, etc.) y además lo hace en un contexto social y ambiental caracterizado por la inequidad o desigualdad social.

El cambio de enfoque para Horton, permite entender las limitaciones de los esquemas basados en estrategias vacunales, sumados a los esquemas político-organizacionales de distanciamiento y cuarentena, los cuales ignoran el hecho fundamental, de que es la agregación, tanto de enfermedades contagiosas y no contagiosas de base, sobre un fondo de disparidad social y económica, en las que se exacerban los efectos adversos de cada enfermedad por separado. La naturaleza sindémica de la enfermedad significa que es necesario un enfoque más matizado, en el que se incorporen soluciones económicas que mitiguen los sacrificios de las medidas organizacionales de prevención ([46]). En este marco por tanto, no importa cuán efectivo sea un tratamiento o cuán efectiva sea una vacuna, la búsqueda de una solución para la COVID-19 puramente biomédica fracasaría. A menos que los gobiernos diseñen políticas y programas para revertir disparidades profundas.

En soporte de esta visión, robustas correlaciones destacan, del conjunto de enfermedades no contagiosas, a la diabetes y la obesidad como condiciones agravantes serias, tal como se ilustra en el gráfico interactivo de la OMS ([47]), en el que se emplean datos de fatalidad y casos de contagio de COVID-19; expectativa de vida; edad de la población y prevalencia de sobrepeso para el 6 de marzo del 2021. Reproducido en la imagen estática a continuación.

Muertes por COVID-19 y prevalencia de obesidad en adultos, datos normalizados por millón de habitantes.

Figura 9.1: Muertes por COVID-19 y prevalencia de obesidad en adultos, datos normalizados por millón de habitantes.

La Sindemia de COVID-19 no involucra otras enfermedades infecciosas.

En resumen la sindemia de COVID-19 es la interacción no aditiva de enfermedades no contagiosas y el sindrome respiratorio causado por SARS-CoV-2, lo que resulta en el desarrollo de una enfermedad agravada por los efectos de la pobreza y la desigualdad social. Por ende, es importante aclarar que el término de Sindemia NO hace referencia a la co-circulación junto al SARS-CoV-2, de los virus de Influenza u otros virus que causan la gripe común. La co-circulación si bien puede darse, no implica sindemia, de hecho, en la situación actual co-ocurren otras pandemias, aún el estatus epidemoloógico de la enfermedad causada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), tras 40 años de circulación, continúa siendo el de pandemia mundial. Sin embargo, la co-circulación viral de virus contagiosos pude involucrar otro tipo de interacciones, que se detallarán en el presente capítulo, en especial en lo que concierne a la co-circulación de SARS-CoV-2, otros coronavirus de la gripe común, el virus de la Influenza, el Virus sincitial respiratorio y el rinovirus.

Referencias

46. Horton R. Offline: COVID-19 is not a pandemic. The lancet. 2020;396:874.
47. CDC. Obesity, race/ethnicity, and COVID-19. Centers for Disease Control and Prevention. 2022.