2.5 Origen viral e influencia celular
En resumen, y en términos concluyentes, sobre la evolución de Mmivirus, Brandes, N. y Linial M. concluyen para el 2019 [13], que:
“Se han propuesto dos modelos para la evolución de los virus gigantes. Según el modelo reductivo, un genoma celular ancestral se redujo en tamaño, lo que llevó a la dependencia del genoma resultante de las células huéspedes. La presencia de genes portadores de funciones celulares en casi todos los virus gigantes (por ejemplo, los componentes de traducción) es coherente con este modelo. Una teoría alternativa y más aceptada aboga por un modelo de expansión. Según este modelo, los actuales virus gigantes se originaron a partir de virus ancestrales más pequeños que portaban sólo unas pocas docenas de genes, y a través de las duplicaciones de genes y la transferencia horizontal de genes (HGT), se han expandido y diversificado rápidamente”. [13]
Así mimivirus presenta un origen no celular, pero ha alimentado su genoma con genes de diversas fuentes a través de HGT, gráficamente se puede observar los patrones filogenéticos distribuidos a lo largo de los tres dominions de la vida celular, empleando para ello tan solo el análisis filogenético de al menos 5 genes de Mimivirus [11]:“Este modelo concuerda con los estudios de metagenómica y la oleada de descubrimientos de virus gigantes en los últimos años, que sugieren un intercambio masivo de genes entre los virus gigantes y una variedad de organismos que comparten los mismos ecosistemas (por ejemplo, la referencia). La mayoría de los genes de los virus gigantes, y específicamente los Mimiviridae, se han originado en las células que parasitan (principalmente amebas y bacterias). Basándose en los árboles filogenéticos, es probable que los extensos eventos de HGT hayan llevado a sus genomas al estado quimérico”. [13]