8.4 ¿Diversdiad actual o reflejo de la diversidad de LUCA?
Antes de proceder, introducimos rápidamente la temática subsecuente, la primera reasignación y modificación artificial, o en los términos semánticos del presente capítulo, la primera re-significación artificial. El histórico caso del código genético sintético de la bacteria Syn61 (E. coli), el aminoácido correspondiente a los tRNAs UCA y UCG (los dos interpretados como Serina en bacterias), se re asignaron a los aminoácidos artificiales “XXX” y “YYY”, respectivamente. Las implicaciones biosemióticas de esta modificación, reflejan la intima dependencia de los virus por el sistema de traducción huésped. Esto dado a que los bacteriófagos capaces de infectar la cepa de E. coli no modificada, no pueden manipular el sistema de decodificación de Syn61, lo que conlleva a la perdida de la capacidad de producir correctamente las proteínas necesarias para llevar el ciclo de replicación del fago ([43]).
Finalmente, un último nivel de variación, similar al de los idiomas humanos, radica en que además de dialectos, también hay variación en el habla, como lo evidencia las diferencias en la frecuencia de uso de ciertas palabras. Por ejemplo, en Colombia se dice con mayor libertad y costumbre la frase “coger un bus”, puesto que simplemente significa detener y subirse a un bus, el significado en México para “coger un camión”, se reserva dado a que su significado evoca el acto reproductivo humano. De igual manera en el idioma biomolecular también hay variaciones en el habla o modo de empleo de los codones, esto debido a el caracter degenerado del código genético, lo que significa que casi todos los aminoácidos estan asociados a más de un codón y un tRNA mensajero. Pero más allá de elogiar la forma en que se relacionan los aminoácidos con sus tRNAs, la manera en que cada especie usa el código genético esta segada, es decir, en un caso de ambigüedad del estilo de la Serina, donde AGU, AGC y UGA. Cada organismo usa cualquiera de los tres codones con un frecuencia relativa a la especie a la que pertenece.
La diversidad de idiomas, dialectos y el habla (o sesgo codónico relativo) de cada especie podrían ser evidencia de procesos evolutivos de antaño, o en curso, un problema típico de la biología evolutiva, el orden de los factores si importa, pero lamentablemente aún se desconoce, es otra cuestión que entra a la bolsa de preguntas evolutivas del tipo ¿Qué fue primero, el proto-huevo o el proto-amniota?, en este contexto serían:
¿Dos códigos, que como el español y el italiano, tienen un único origen?, es decir, ¿en la comunidad de linajes descrita como LUCA, existía un único código, o ya se encontraban conviviendo idiomas diferentes en intercambio y sincretismo?. La pregunta ha adquirido relevancia recientemente, gracias al descubrimiento de tRNAs codificados en el genoma de los virus gigantes, lo que abre nuevas posibilidades sobre el idioma que emplean los gigantes del mundo virocelular, ¿codifican el mismo aminoácido del huésped o representan idiomas virales ancestrales, estos últimos reminiscencias del mundo de LUCA y su comunidad viral asociada?.